Remezclando el género. Parte 1.

Reflexión sobre las preguntas propuestas: 

- ¿Existen juegos sexistas?

- ¿Por qué la publicidad y gran parte de los videojuegos son sexistas?

- ¿Qué  intereses hay detrás de ello?

Contestando a la primera pregunta y como experiencia personal, recuerdo que con 6 o 7 años  me fijaba mucho en lo que hacia mi padre, y una de ellas era el conducir el coche. En ocasiones solía ponerme entre sus piernas y me dejaba coger el volante con el coche a poca velocidad y por zonas muy poco transitadas, por lo que era para mi una grata experiencia. También recuerdo cuando el sacaba su caja de herramientas para realizar pequeños arreglos en los que le ayudaba dándole las herramientas, mientras él las utilizaba yo jugaba con las demás. En cambio yo tengo una hermana de edad muy cercana que pasaba mucho tiempo con mi madre y no con padre, haciendo otro tipo de cosas que mi madre le gustaba e interesaba que mi hermana supiera hacer. ¿Por qué?, tal vez sea todo por la educación que recibimos. Esta educación inconscientemente nos crea, a mi parecer, diferenciar cosas u objetos entre niños y niñas, en este caso juegos y juguetes para un sexo y juego y juguetes para otro.

Contestando la segunda pregunta, tal vez sea porque se quiere captar la atención del niño o la niña que están más predispuestos a ciertos juguetes que asocian a esta educación referida anteriormente.

En mi opinión y haciendo referencia a la última pregunta, los juguetes ofertados en un anuncio publicitario, la intención de éste es la de llamar la atención de cierto público que se incline por este tipo de juguetes, es decir, si yo quiero vender un coche de carreras como juguete, mi intención es la de captar la atención de los niños más que el de la niñas debido a que éstos se sienten más predispuestos o receptivos hacia ellos. A mi parecer las empresas publicitarias analizan todos estos comportamientos porque existe un interés por vender.

Como ejemplos de  anuncios sexistas se encuentra en primer lugar un antiguo anuncio publicitario del "Barco pirata de Playmovil" del año 1986, donde se busca captar la atención del niño principalmente antes que a la niña. En sentido contrario, el segundo anuncio es de las mismas características que el anterior y busca captar la atención de las niñas en este caso.